Querido diario blog
¿Por qué existe tanta gente que exhibe públicamente y sin el menor de los reparos las partes más intimas de su vida en su blog?
Ayer, saltando de enlace a enlace, terminé en el blog de un chico y, tras unos minutos de lectura, ahora os podría contar cual es el pueblo de sus padres, dónde ha estado de vacaciones, cuáles han sido sus últimos problemas sentimentales e incluso algún secreto inconfesable de sus compañeros de trabajo. Y me volví a sentir avergonzado por inmiscuirme en la vida de un extraño, y volví a recordar lo mal que me siento cuando esto ocurre.
Me siento un intruso sin derecho a estar leyendo la vida de desconocidos que no me han dado un permiso explícito para hacerlo, aunque se suponga que quien escribe sus secretos en un sitio público acepta tácitamente que cualquiera los pueda leer, y que por lo tanto solamente escribirá sobre aquello que no le importe que los demás, conocidos o no, sepan.
Aun así mi opinión es que lo que se enconde detrás de la mayor parte de estos 'bloggers' no es una sana intención de mantener una bitácora de sus memorias para el futuro recuerdo, o de utilizar las nuevas tecnologías como medio para compartir sus problemas e inquietudes con amigos y seres queridos, sino un (¿inconsciente?) onanista deseo de protagonismo, una excitación casi sexual de saber que su vida es (o puede ser) lo suficientemente interesante como para atraer el interés de los demás y de esta manera compensar nuestra verdadera realidad cotidiana, en donde somos individuos nimios e invisibles.
Pero quién sabe, tal vez yo busque lo mismo cuando me dedico a escribir aquí mis opiniones sobre temas que me quedan demasiado grandes.
Ayer, saltando de enlace a enlace, terminé en el blog de un chico y, tras unos minutos de lectura, ahora os podría contar cual es el pueblo de sus padres, dónde ha estado de vacaciones, cuáles han sido sus últimos problemas sentimentales e incluso algún secreto inconfesable de sus compañeros de trabajo. Y me volví a sentir avergonzado por inmiscuirme en la vida de un extraño, y volví a recordar lo mal que me siento cuando esto ocurre.
Me siento un intruso sin derecho a estar leyendo la vida de desconocidos que no me han dado un permiso explícito para hacerlo, aunque se suponga que quien escribe sus secretos en un sitio público acepta tácitamente que cualquiera los pueda leer, y que por lo tanto solamente escribirá sobre aquello que no le importe que los demás, conocidos o no, sepan.
Aun así mi opinión es que lo que se enconde detrás de la mayor parte de estos 'bloggers' no es una sana intención de mantener una bitácora de sus memorias para el futuro recuerdo, o de utilizar las nuevas tecnologías como medio para compartir sus problemas e inquietudes con amigos y seres queridos, sino un (¿inconsciente?) onanista deseo de protagonismo, una excitación casi sexual de saber que su vida es (o puede ser) lo suficientemente interesante como para atraer el interés de los demás y de esta manera compensar nuestra verdadera realidad cotidiana, en donde somos individuos nimios e invisibles.
Pero quién sabe, tal vez yo busque lo mismo cuando me dedico a escribir aquí mis opiniones sobre temas que me quedan demasiado grandes.
3 Comments:
Puede que la cuestión esté en
que entendemos cada uno por
íntimo puede que para la gente que escribe sobre su vida
lo intimo puedan ser sus
opiniones sobre temas que les quedan demasiado grandes ...
Yo tampoco lo entiendo, es más a mi me cuesta mucho opinar sobre lo que se
dicen en esos lugares, es decir, no me atrevo a escribir un comentario
porque no sé que puedo comentar.
De hecho me parece que sean un club de amigos en el
que se conocen y se cuentas sus cosas a distancia y me dejan a
mi mirar.
Desde este lado, en el que yo comento lo escrito por otro,
me resulta mucho más lícito (es una ley que depende sólo de mi)
comentar sobre algo que me toca de cerca, por ciudadana del mundo,
que sobre un sentimiento de una persona que no conozco y que no puedo
entender en absoluto de donde viene y que no sé si el hecho de haberlo
dejado escrito me legitima a mi (persona ajena totalmente) a comentar algo.
Desde el otro lado de este blog, cuando soy Mar-ia y pongo una entrada sobre
temas que aparecen en mi vida cotidiana cuando me levanto y escucho la radio
o cuando leo el periódico o cuando estoy cual ser en sociedad en la calle, lo hago
por el puro egoismo de dejar escrito lo que opino sobre el tema. ¿Qué espero?
Por un lado que lo lea la gente y por otro que opinen sobre ese tema. En realidad,
lo segundo mucho más que lo primero. Porque seguramente lo que busco es ampliar
mi radio de discusión sobre el tema a gente en otras ciudades y especialmente a gente
que no conozco y que me gustaría saber que opinan sobre un tema que supongo
conocen por afectarle de la misma forma que a mi (todos somos ciudadanos de
este mundo mundial).
By Anónimo, at 8/29/2006 6:35 p. m.
sólo voy a decir una cosa, imaginándome que lo que a continuación escribiré será de interés e incluso secundado de manera casi unánime por aquel que haya visto a dios detrás de una barra de bar, un bar de esos en el qué el menos insigne fuma, se droga y folla en los servicios, ... lo dicho viva Homer Simpspon !!!!
deyckkk
By Anónimo, at 9/05/2006 3:13 a. m.
Hombre, ¡viva!
By Alfondo, at 9/06/2006 8:02 p. m.
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