Las comparaciones siempre son odiosas
Los números es lo que tienen, que cuando son grandes impresionan. Números grandes en España tenemos muchos: valor de un piso, bares por metro cuadrado, días de sol, gente que le gusta el fútbol, gente que se dice católica, gente en paro ...
Pero por encima de los números, supongo que está el hecho de que el número implique a personas. Personas que han decidido juntarse en algún lugar con algún fin.
Si el número de personas reunidas con una causa común es grande, a mi personalmente, me impresiona, independientemente de que la causa me parezca bien o mal, ser capaz de coincidir en interés con tanta gente ... Aunque confieso que me emociona mucho más la concentración de jóvenes franceses que la de los españoles, pero supongo que no son comparables. Pero, sin comparar, me pregunto ¿los jóvenes españoles serían capaces de unirse para algo que no sea el botellón?. Seguramente ..., pero ... siento que no hubo una oleada de sms con "no a la guerra, pásalo", "no a la precariedad laboral, basta de ser becarios, ¡un contrato ya!, pásalo" ... como también noto que no hay una "implicación social" como la que se respira en las universidades francesas. Seguramente los jóvenes españoles son felices sin más, y entonces ... ¿quién soy yo para cuestionarme nada?
2 Comments:
más que mirarlo desde el punto de vista de los jóvenes, deberías mirarlo desde el del Estado. Nuestro sistema es mucho más perfecto que el francés, puesto que ha conseguido anestesiar a la sociedad :)
By Anónimo, at 4/04/2006 11:38 a. m.
Tienes toda la razón ...
By Anónimo, at 4/04/2006 9:25 p. m.
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